Diego Valiño

 

La pregunta casi obligada: ¿Por qué decidiste estudiar Periodismo?

Desde pequeño me interesó el mundo de los medios de comunicación. En mi casa mis padres compraban muchos periódicos, no se perdían un informativo en televisión y en el coche cada hora ponían la radio para conocer la última hora. A eso achaco mi interés por el periodismo, y cuando terminé el bachillerato lo que más me llamaba era empezar la carrera.

¿Cuáles fueron tus inicios? ¿En qué estás trabajando ahora?

Pues desde primero de carrera conseguí hacer prácticas. Tengo experiencia en todas las ramas del periodismo: prensa, radio, televisión, agencia de noticias e internet (moderación de comentarios y foros). Ya una vez terminada la carrera trabajé en el gabinete de prensa del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Después de dejar La Moncloa me fui a Alemania a limpiar habitaciones en un hotel y actualmente me encuentro en el Reino Unido buscando un empleo no relacionado con el sector de la comunicación (porque mi nivel de inglés no es el deseable para ese fin).

Dicen que estamos en la crisis del periodismo, ¿Cómo ves el tema? ¿Crees que el hecho de que muchos medios se hayan “sometido” a fines políticos haya propiciado que el público tenga reticencias con los medios?

Sí, lo creo. Para mí el periodismo está muchísimo más desprestigiado que la política. A mí me parece que se ha confundido la libertad de prensa con la de manipular a las audiencias a favor o en contra de alguien. No me apunto a aquellos que hablan de la necesidad de un periodismo objetivo porque considero que es imposible. Para mí la objetividad no existe, pero sí la honestidad. Para bien o para mal los medios han cambiado con la llegada de las redes sociales y hay casos en los que la audiencia ya no busca al medio, sino al periodista. Ahí es donde creo que está la salida para los que nos gusta esto: hacernos creíbles ante nuestros seguidores por encima del medio para el que trabajemos.

Ahora está en auge el periodismo digital, ¿Qué opinión te merece? ¿Crees que el medio en papel desaparecerá?

Sí, creo que los periódicos en papel desaparecerán. Lo único que los mantiene es que la gente mayor sigue prefiriendo el periódico impreso al digital, y la publicidad sigue siendo más rentable en ese formato al de una página web. Pero la tendencia es clara y por supuesto que se extinguirán. En cuanto al periodismo digital, me parece un gran avance y seguro que vendrán nuevas plataformas que convertirán a lo que hoy vemos como increíble en algo arcaico.

Últimamente el periodista no lo tiene fácil, ¿Aconsejarías algún cambio para fomentar y cambar el rumbo del periodismo actual?

Al menos en el caso de España veo necesario un mayor protagonismo de las Asociaciones de la Prensa en el control de las informaciones. Por control no hablo de censura previa, pero sí de sentar unas directrices de obligado cumplimiento para los profesionales de la información para intentar, en la medida de lo posible, que las noticias no se caractericen por un clamoroso sesgo, sino por una pauta de hechos que puedan permitir a los ciudadanos elaborar su propia opinión sin que tenga por qué coincidir con la línea editorial del medio.

¿Cuál de todos los hechos históricos hasta la fecha te gustaría haber emitido en directo? ¿E investigar y haberlo vivido desde dentro?

La verdad es que no tengo ninguna preferencia. Hay quien piensa que el verdadero periodismo se da cuando hay una noticia que acarrea muchas muertes humanas. Para mí el hecho histórico más importante de los que han sucedido en mis 28 años de vida fue el 11 de marzo de 2004 en Madrid. Creo que de haberlo vivido desde dentro me hubiese sido muy difícil contarlo por la magnitud y las circunstancias que lo rodearon.

Moncloa es un medio que “censura” preguntas de periodismo y que controla las preguntas que se realizan, ¿Cómo ves esto? ¿Qué solución plantearías?

Durante mi etapa en La Moncloa jamás se realizó eso, aunque tampoco estaba de acuerdo con el sistema de que unos periodistas seleccionados por los propios periodistas realizasen las preguntas a Zapatero. Creo que un dirigente político debe responder siempre ante las preguntas de los periodistas por muchas que sean, y más cuando desempeñan funciones tan importantes como las de un Gobierno de un país. Tampoco veo que sea solución no acudir a las ruedas de prensa, porque lo que diga y haga Rajoy, obviamente, es en sí información. Es difícil encontrar un equilibrio. No vería bien un boicot a Rajoy por la personalidad que es.

¿Qué crees que está aportando Internet al periodismo?

Lo más positivo es la multiplicación de fuentes. Hoy cualquiera que vea a través de su casa un hecho noticioso lo puede contar en directo. Ya no hace falta que llegue un teletipo a las redacciones para que los periodistas tengan información. También es cierto que cada vez más somos vulnerables a las noticias falsas, pero ahí hay que medir diversos factores antes de meter la pata.

¿Qué medios son los que lees frecuentemente? ¿Utilizas Twitter para informarte? ¿Qué papel crees que está jugando Internet en la comunicación actualmente?

Por una parte, sigo siendo muy tradicional. Sigo teniendo como referencia a los principales medios de comunicación de España y de Asturias para informarme. Luego, obviamente me dejo llevar por lo que puedan contar otros periodistas por sus cuentas en Twitter, que ahora mismo, desde mi punto de vista, es el mejor medio de comunicación de los que tenemos en la actualidad. Internet está jugando un papel importantísimo en la información. A veces nos cuelan mentiras y bulos, pero por lo general casi todo es instantáneo y real.

Si tuvieras que mencionar un periodista que tomas como ejemplo ¿Cuál sería?

Casi todos los jóvenes que conozco responderían a esta pregunta Iñaki Gabilondo. Es un magnífico periodista, pero yo no me fijo en el estilo de él ni de nadie.

Y, por último, ¿Con qué sueñas tú? Y ¿Qué sueñas como periodista?

Sueño en contar la verdad, en descifrar los enigmas por resolver y en ser útil para la sociedad. Para profesión tiene su por qué y la nuestra no es otra que informar. Yo sueño con ser un periodista reconocido, con mi manera de ser y de actuar, pero respetado y valorado por los demás.